18 de abril de 2024

LLANES, TESOROS MÁGICOS EN MI PARAÍSO.

En Semana Santa nos vamos unos días a mi paraíso, a mi Llanes del alma, cuántas ganas tenía de mi paraíso, necesitaba arraigarme de nuevo a este suelo,  a este mar , a esta tierra que es mi segunda casa...o igual de primera que mi primera casa.
El tiempo está bastante bueno y nos permite hacer muchas cosas y pasear muuuucho, por este concejo llanisco y por la vecina Cantabria, tan sorprendente como siempre, seguimos descubriendo lugares mágicos en Cantabria...pero en esta entrada mostraré imágenes de las playas de Cué (Antilles y Ballota) y de la ruta de los acantilados del cabo de San Emeterio, Cuevas del Pindal y el Monasterio de Santa Maria de Tina (restos) 


Paseo hasta La Ballota, siempre tan sanador y reconfortante.


Playa de Cué, desde el Hotel Migal, cuántos días de nuestra vidas hemos disfrutado en este precioso hotel.
Y abajo en la playa de Antilles, el mar estaba revuelto y preciosa es su furia.





Nos adentramos en el Concejo vecino a Llanes, en Ribadedeva, concretamente en las Cuevas del Pindal y cabo de San Emeterio, también nos encanta siempre que venimos por aquí (ahora ya hacía mucho de eso) en las ruinas del Monasterio de Santa María de Tina. Qué bonito está todo.





Ermita de San Emeterio...una auténtica preciosidad y todos sus alrededores, bosque frondoso y mar cantábrico.



Ruinas del Monasterio de Santa María de Tina.






Cabo de San Emeterio y aquí mismo, en este lugar mágico, que me recuerda a esos mares lejanos de piratas, están las Cuevas prehistóricas del Pindal, esta vez las encontramos cerradas, son una auténtica joya...volveremos con nuestros tesoros.









Decidí que la aventura era la mejor manera de aprender a vivir.









 

16 de abril de 2024

SENDA DEL CELORIO, PARADILLA DE GORDÓN.





17 de marzo, Paradilla de Gordón...en el mismo cielo.



El domingo 17 de marzo tras las últimas nevadas, ventiscas fuertes y demás pudimos salir , decidimos hacer la senda del Celorio para llegar a Paradilla y disfrutar tras la caminata una rica limonada en su centro social, en La Abubilla, qué vistas desde allí y cómo nos gusta subir a charlas con José Manuel y Juan Carlos.
Hace un día bueno de temperatura y aunque ya se quitó prácticamente la intensa nieve caída aún encontramos algunas lenguas de nieve, este día en La Abubilla hay ambientillo, tienen preparada una paellada entre amigos.


Lo que me gusta a mi este cresteo.
Las vistas de estas nuestras montañas bonitas y del pueblo de Paradilla son extraordinarias.

Todavía por el camino nos encontramos montón de nieve, nos han dicho que aquí el viento fue bestial y lo que ha hecho es desaparecer en algunos sitios por completo , pero en otros la arremolinó de tal manera que aún pudimos disfrutar de lenguas de nieve profundas. Entre lo verde que está todo, las primeras flores primaverales y el blanco manto, está toda mi tierra divina.
Me paro a beber y a sacar una fotita a Manuel en este pilón precioso.

Maravillosa la mano de la senda del Celorio, toda su historia y todos los carteles que a lo largo de la senda nos vamos encontrando con toda su leyenda. Para mi La Senda del Celorio son José Manuel y Orlando, allá hasta su cielo.

La Abubilla de Paradilla de Gordón, presidiéndolo todo.


Esta carreterita de lata montaña. parte del pueblo y esa ermita preciosa.
Ommmmm, paz, tranquilidad, sosiego...y crezco como un árbol y me enraizo a la tierra...


Y siiii, aquí se está mejor que en brazos, La Abubilla de Paradilla de Gordón.



Chin chin, cervecita cero-cero tostada, que después de una ruta me encanta y limonada de cien cepas, todo un placer brindar en Paradilla.
A comer a la Collada de Aralla, donde nuestra querida Lorena, allí siempre disfrutamos de lo lindo, un lugar de buenas energías y vibraciones. Hostal Rural Collada de Aralla. Todavía hay nieve, poquita  para todo lo que nevó, pero aún las cumbres están cubiertas.

Escenas de este lugar mágico para mi.


Y Manuel después de comer todo feliz en la terraza, mira que nos gustan las terrazas y estar al aire libre.


Estar aquí es encontrar esa paz y sosiego necesarios.
Y este cocido con estas torrijas inigualables cerraron una jornada preciosa de montaña y buenas gentes.
Todas las emociones son necesarias e importantes: porque no puede haber luz sin oscuridad. Serán negativas o disfuncionales, sólo si no sabemos gestionarlas.